La situación de Argentina ha hecho que miles
de jóvenes españoles acudan a la Consejería de Educación de la Embajada de
España en Buenos Aires para solicitar información sobre la homologación de
estudios. Su consejero, Pedro Caselles Beltrán señala que en los dos
últimos meses se han atendido un promedio de casi 100 personas al día.
"Nuestro personal soporta una carga de trabajo similar a la que soportan
en el Consulado", señala Caselles.La crisis argentina supone una sobrecarga de trabajo para la Embajada de
España en Buenos Aires. Un ejemplo es la Consejería de Educación y
Técnica, dirigida por Pedro Caselles Beltrán que lleva cuatro años en el
país latinoamericano.
Conocido por la colectividad emigrante Caselles Beltrán confirma el
incremento de la labor en su departamento: "En este último año, se ha
triplicado el número de atenciones, convirtiéndose la Consejería de
Educación en una de las oficinas más dinámicas de la Embajada de España".De acuerdo a sus registros, en los dos últimos meses, se han atendido un
promedio de casi 100 personas por día, a lo que hay que sumar, otras
tantas llamadas telefónicas y recepción de e-mails.
"Teniendo en cuenta lo complejo y selectivo del tipo de trámites que aquí
se realizan y que la plantilla es de sólo 5 administrativos, el personal
está sufriendo consecuencias físicas y mentales por la sobrecarga de
tareas", comenta Pedro Caselles, quien explica que a la Embajada de España
en Argentina y a la Consejería de Educación y Técnica, en concreto,
"llegan jovenes que desean marcharse a España con el objetivo de iniciar
estudios universitarios para lo cual debemos homologar sus títulos de
estudios o estudiantes universitarios que desean iniciar o continuar sus
carreras en diversas Universidades Españolas. También hay aquellos jóvenes
que necesitan homologar sus títulos académicos, pues desean ir a vivir y
trabajar en España". Caselles Beltrán informa que las demoras en su
departamento son de entre cinco y seis meses y que las homologaciones de
títulos académicos tardan alrededor de un año.El consejero de Educación de la Embajada tiene un visión muy dolorosa de
este colectivo: "Son personas absolutamente desilusionadas y amargadas,
que no ven ningún futuro a su perspectiva vital, profesional y familiar y
que se ven obligados a tomar la decisión de romper con lo más querido: su
país y sus afectos". Añade: "Incluso aquellos hijos de gallegos que tienen
la nacionalidad española y que quieren y conocen Galicia sufrirían el
desarraigo si se marcharan, pues, ante todo y sobre todo, son argentinos:
nacieron y viven aquí".La sede de la Consejería de Educación en la Embajada ha sido objeto de
ataques. En la última protesta, lanzaron piedras a la oficina, rompiendo
la puerta de entrada y varias ventanas. La sede de la Consejería está en
la conocida Avenida de Mayo, a mitad de camino entre la Casa de Gobierno y
el Congreso.