En Asturias todavía se encuentran medios de acarreo que están presentes desde hace milenios. Nos referimos a medios de arrastre como el rastrón para acarrear piedra y a otros más evolucionados como la carreña, carriella o corza entretejida de varas para el transporte de estiércol, tierra, mazorcas, etc. y el forcáu o rametu, especializado en la hierba, pero que también arrastra leña o lo que sea necesario.

El carro del País o carro chillón con sistema de rodaje de eje fijo que gira con ambas ruedas y que lo mismo transporta hierba que el ajuar de la novia en las bodas. Todos estos ingenios van tirados por la sempiterna pareja de vacas o bueyes unida por el yugo de cornal. Sólo en épocas recientes se comenzó a enganchar el caballo al forcáu o a la carreña, pues de siempre este animal fué de carga y no de tiro en Asturias.

Los hombres cargan a la espalda desde el zurrón con la carraca a los sábanos de hierba, y la mujer carga en la cabeza desde el haz de leña a la herrada del agua o la cuna del niño. Los hombres también hicieron uso de la camella o gamella para cargar a la espalda dos calderos pesados y las angarillas para el transporte de piedras y materiales.