vida tradicional

Ganadería: Pastores, Majadas y Ganados

"Cada raza de animales domesticada pertenece en su origen a un grupo humano determinado, pues sin hombres no hay animales domados".

El estudio de las razas domésticas autóctonas de Asturias nos lleva a la Edad del Hierro. La ganadería constituía uno de los pilares básicos de la economía castreña y las razas introducidas en esta época son las mismas que aún se mantienen, algunas como verdadero hito de las actuales explotaciones ganaderas, como la vaca roxa (casina y carreñana), y otras como auténtico símbolo del País, como el pony asturcón. A éstas habría que añadir la oveya xalda, el gochu celta o gochu'l pais "el de la urecha llarga" y quizá otras, objeto de actuales estudios, como la pita pinta y la cabra bermeya.

EI aprovechamiento estacional de los pastos de altura dio lugar a una serie de asentamientos distribuidos altitudinalmente, que comprenden un conjunto de praderías -de siega o de diente- para el ganado y construcciones específicas tanto para éste, como para vivienda o refugio de vaqueros: son las brañas, mayaos, vegas y puertos. El traslado del ganado a estos lugares desde finales de la primavera hasta el otoño -de San Miguel de mayo a San Miguel de setiembre- a cargo de uno o la totalidad de los miembros de la casería, las distintas formas de propiedad de los terrenos de pasto y su explotación, y la duración de la estancia en los mismos, conforman una compleja realidad en la que destaca la trashumancia de los vaqueiros de alzada, una migración estacional de toda la familia con sus ganados y pertenencias. No obstante, no fue éste el único grupo que practicó la alzada en Asturias, existen otros ejemplos en Llena, Ayer o Llanes, destacando los de Casu que disfrutaban de antiguos derechos de pastos en Les Mariñes de Villaviciosa.

Actualmente la ganadería asturiana es fundamentalmente de vacuno (más de 400.000 vacas censadas), siendo de leche sobre todo en la costa valles interiores (648 millones de litros de producción en 1994), y de carne ( más de 60.000 cabezas sacrificadas por año) en las sierras y montañas de la Cordillera, con excelentes ganaderías de vacas del País.

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